jueves, 30 de octubre de 2008

Escaldando vainas

- Pobre Martxel, ¿que le habrá pasado? - se preguntó en voz alta Jimena, mientras hilvanaba una vaina tras otra, al orillo del hogar, donde una gran perola de agua estaba en constante ebullición calentada por un agradable fuego que calentaba toda la cocina, mientras en el exterior soplaba el viento del norte que traía olor a nieve a través de la garganta de Oskia. 
- Bah! - exclamó Sancha, -  seguro que iría con un par de tragos de más, se habrá dormido en alguno de los carros de paja que van a Ollo y estará allí, esperando que vuelva alguno... con lo holgazán que es, ni para volver andando le dá!- La madre de Jimena hizo un gesto de hastío, y su mente voló muchos años atras, a cuando Martxel era joven y le rondaba siempre que bajaba al barranco de Zaia a lavar la ropa. -¡Ay ama! - contestó Jimena, - con lo bien que te lo pasas cuando estamos con ellos, y la pobre Maru, que no hace mas que chillarle y luego no puede estar sin él -. 
Las dos se sumieron es sus pensamientos, Jimena, con la mente en el último encuentro con Iñigo. Sancha, recordando los viejos tiempos, en los que eran jovenes y no tenían mas preocupaciones que evitar las obligaciones que imponían los mayores. 
Mañana tendrían que ir a lavar los trajes de fiesta, y darse un incomodo baño, calentando el agua rápido y llenando la bañera, utilizando los nuevos jabones de Izpilikua, ya que el domingo, el nuevo abad del viejo monasterio de Zaia, presidirá la misa de todos los santos. 
Desde que llegó ha puesto bajo sospecha todas las celebraciones que se hacían en el lugar para celebrar esta fecha, el antiquisimo Xanduli Manduli y cualquier otra reunión para celebrar la unión entre el mundo de los gentiles y el nuestro, en donde los ancianos ponen en paz sus pensamientos, para ir preparandose a servir a los grandes seres. 
Además se comenta, que este nuevo abad quiere hacer meritos para ascender y poder llegar a competir por ser el abad de Leyre, con lo que intentará por todos los medios hacerse notar. Y en esta nueva religión, solo por ser mujeres ya son sospechosas de pecados.

8 comentarios:

David dijo...

jejeje bien, bien. Que tierras más extrañas, coinciden los perretxikos, las alubias verdes y Todos los santos...
Alguna conjuncion estelar rara de esas..

David dijo...

Ah! perdón, que se trata de habas, no de alubia verde, claro... Que Colón aun no había ido pallá....

Casa Musurbil dijo...

Así que Martxel no es tan joven como yo pensaba.
¿Cuántos le ponemos? ¿45 o así?. Porque aún le van a pasar grandes cosas... je,je,je

Casa Musurbil dijo...

Pues lo he repasado y es cierto; hay un anacronismo. En la primera entrada (El cachondo despertar de Jimena) pone "alubias". ¡Este frentancha está en todas!.
Y otra cosa, ¿quién es la maru?. ¿La madre de Martxel?

Anónimo dijo...

Que el autor responda de su obra!! los medios arden!!! corren ríos de tinta!!!

Anónimo dijo...

deduzco que el autor de esta pagina esta pasando por un agrio momento vital.
Animo!!!!! ya escampará!!

Unknown dijo...

joe... vale! recogidas las críticas (llueven ultimamente por todos los lados!)

Maru: K no se porque donde pone Txeru, yo traduzco Maru... se le va a hacer, uno que tiende a traducir lo que lee.

Martxel joven?: yo me hacía idea de un madurito en plenas facultades...

vainas (alubias verdes) : ¿en serio k las trajeron de américa? No tenía ni idea...pensaba que eran de aqui de toda la vida, como el patxaran!

Casa Musurbil dijo...

Vale; pues Maru que sea la madre...
Es que Txeru va a ser la hija del molinero, que se lo monta de vez en cuando con Martxel.

Esta moza es soltera, pero es que el olor de la harina le resulta muy afrodisíaco y como Martxel está aún de buen ver... pues se enrollan ahí entre los juncos de la Uberka tan ricamente.