Pero, ¿es cierto que se aprovecha más la luz diurna y que se consigue un ahorro energético significativo?
El porqué del cambio de hora
Mirar el gráfico. La idea es representar las horas del sol y la actividad de las personas en un mismo eje de tiempo:
Supuestos: despertar promedio a las 7h, entrar a trabajar a las 8h y salir o llegar a casa a las 18h. Los periodos de «orto» y «ocaso».
La clave esta en los meses de «verano», entre mayo y septiembre. En la gráfica se observa que, efectivamente, sin el cambio de horario (derecha) «desaprovechamos» horas de luz estando en la cama.En principio, si trasladamos esas horas de luz hacia la tarde, coincidirán con horas en las que las personas estamos en actividad —trabajando, en casa o en la calle— y podremos aprovecharlas.
¿Realmente funciona?
La explicación anterior es razonable: estar en la cama mientras hay luz natural un derroche de energía. Sin embargo, la eficacia del cambio de horario de verano esta en entredicho porque hay más variables en juego —no solo la luz— lo que obliga a evaluar un compromiso entre ventajas e inconvenientes:
- [+] Ahorra energía eléctrica porque reduce la necesidad de iluminación artificial
- [–] Puede estimular la aparición de picos de demanda, lo que incrementa los costes
- [–]Aumenta el uso del aire acondicionado hay más horas de luz por la tarde (que es cuando más calor hace), lo que incrementa el consumo eléctrico.
- [+]Beneficia al comercio, a la práctica deportiva y otras actividades a las que favorece la presencia de luz por la tarde
- [+]Puede ayudar a disminuir los accidentes de tráfico, pero sus efectos sobre la salud y el crimen están menos claros
- [–] los cambios de horario dificultan la percepción del tiempo y pueden causar problemas de sueño a las personas. Sin embargo, estas consecuencias no son graves
- [–] Trastoca reuniones, viajes, el mantenimiento de registros, dispositivos médicos y el uso de maquinaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario