Una vez que abandoné el concesionario, lo primero que hice fue revisar toda la documentación que tenía de la furgoneta, tanto en la propia furgoneta, como en casa. Conclusión: Encontré todo tipo de papeles, incluso la garantía de un cepillo de dientes de esos que es como llevarte el dentista a casa, pero el que me decía el del taller seguro que estará escondido y lo encontraran los arqueólogos dentro de 2.000 años. Y se dirán: "los antiguos moradores del mundo guardaban los papeles importantes en sitios secretos". Por eso duran.
En fin, que a la mañana siguiente, me presento en el papel justificando lo injustificable:
- me he pegado todo el día buscando el papel, pero no aparece, mira que siempre pasa lo mismo... - y el del taller, con cara de circunstancias y pensando lo que estamos pensando ahora:
- (sí, sí, todos igual, si guardaseis los papeles como os decimos...).
- Pasa por recambios a pedir la ficha - me dice el del taller, así podremos codificarla enseguida.
- Voy! - contesto, optimista, pensando que era un tramite fácil.
Llego al mostrador de recambios, y después de esperar un rato a que el muchacho diera precios por teléfono a alguien que parecía que era la primera vez que pedía precios, soy atendido de forma "amable".
- ¿que desea? - (mismo tonillo de usted...)
- Pues nada, que quiero codificar la llave que te compré ayer, pero me faltaban los códigos y me ha dicho el del taller que te pida la ficha - le explico mientras le doy la documentación del coche.
El dependiente mete los datos en el ordenador y en un momento aparece la ficha de mi furgoneta, con su historial médico. Y aparecen los códigos. Pero... solo 4.
- ¿sólo? ¿y cuantos hacen falta? - le pregunto
- Pues hacen falta más, pero la página es de pago - me dice el muchacho.
Y se queda callado mirando a la pantalla. Después de un rato de situación sin sentido, decido "pasar a la acción".
- ¿y? ¿Pues habrá que pagar o que?. Te dejo la tarjeta y listo -
- Sí, sí, lo pago, le hago la factura y le cobro, son 20 € + IVA - comenta escondiéndose tras el mostrador. Esto empieza a ser un robo, para mi que el papel nunca existe (comprobar alguno si lo tenéis) pero el jueguito de los 4 números y la página de pago me parece de cachondeo.
En fin, que pago y obtengo el dichoso papel con los códigos. Me voy a taller de nuevo y le digo al encargado que ya tengo todo.
- No. - Me dice todo ufano.
- ¿Como que no?. Tengo la llave (100 €), tengo los códigos (20 €), ¿que me falta para que me la codifiques? - exclamo extrañado.
- La llave la tiene sin troquelar. Debe ir a una ferretería, por ejemplo LUGA que la tiene aquí al lado, que le hagan una copia y vuelves y entonces si que te la codificamos - Me explica como a un niño, eso sí de usted, el majo del taller.
Así que nada, resignación, me voy a Luga, me hacen la copia (4 €) y vuelvo de nuevo.
- Ya tengo todo! - Le digo contento y todo. A todo esto es el día más caluroso en Pamplona, 39º del señor...
- Uy! pues el ordenador está ocupado ahora mismo, tomese un pincho y vuelva en 10 minutos - Me dice. O esta peña tiene negocio con todos los alrededores o mi mala suerte es de libro. Pero no hay nada que pueda hacer, así que me tomo un pincho con su café y otra vez de vuelta al taller.
Le doy todos los elementos necesarios, y con solo dárselos, me dice, - pase por caja que ahora le cobro y ya se puede marchar con la copia de su llave codificada -
La cara que le puse debió ser buena, porque me dijo, - si, parece mentira, pero hacer un duplicado cuesta un montón de dinero!- Codificar, otros 20 €.
Y por fin tuve la llave en mi mano! y funcionaba! y por supuestos los códigos están a buen recaudo, aunque creo que cambiaré de furgoneta antes que de llave. Por estas!.
Total de la operación: 100 € de la llave + 20 € de los códigos + 4 € de troquelar en la ferretería + 20 € de codificar + 3 € del café y el pincho + 3 horas perdidas de trabajo facturable (120 €) = 287 €. La madre que los parió.
