jueves, 12 de febrero de 2009

Tomando partido

Iría a buscar a Uztai y se ofrecería como espia doble. Garaño y sus habitantes se merecían una situación mejor...y Jimena también contaba....

Desde su campo de entrenamiento, Enecco observó la llegada del abad de Leyre al viejo monasterio. Un plan se estaba trazando en su mente. Ahora que estaban reunidos los que conocían su situación, se acercaría hasta la casa de Uztai, a ver que sacaba en claro. Cada vez estaba más convencido del bando que iba a elegir en la confrontación que todos estaban convencidos que se iba a producir. Además, la casa de Jimena estaba de camino a la de Uztai, y con un poco de suerte estaría por allí, trajinando con los animales, o con la colada y quizás podría preguntarle que es lo que pasó la otra noche en la borda 9...

Jimena oyó un ruido de cascos que le sonó familiar. Estaba en el sabaiao, echando hierba a las 3 vacas y el buey a través de la kortxilla. Se asomó por uno de los ventanucos pegados al alero y vió al salacenco justo cuando tiraba de las riendas de su caballo, para hacerlo pasar al paso por la puerta de su casa. El pulso se le aceleró. Sería tan fácil. Un grito para llamarle, él detendría el caballo, ella le abriría la puerta, le haría pasar. Estaba sola en casa, hablarían de cualquier cosa sin decidirse a hacer lo que estaban pensando, hasta que uno de los dos diese el primer paso. Le contaría como Uztai le golpeó en la borda, como ella había participado en la trampa, para hacerle cambiar de bando, puesto que ya sabían que era un espia. No sabía como Uztai se había enterado ni como sabía que iba a cambiar de bando, pero Uztai había estado mucho tiempo fuera del valle y había conocido muchas gentes en los diferentes ejercitos y trabajos que había desempeñado. Le pediría que le dejase ver la herida de la nuca, sus cuerpos se acercarían, ella le acariciaría la nuca, él le abrazaría tomandola por la cintura, recorriendo su espalda con sus manos, fuertes y suaves a la vez...
Silencio. No oía los ruidos de cascos. El momento había pasado. Enecco se dirigía a paso lento hacía la casa de Uztai. Jimena se quedó meditando si debería dar rienda suelta a su corazón y dejar de pensar con la cabeza.

Pasó despacio por la puerta de la casa de la familia de Jimena. No oía ningún ruido, pero notaba que lo estaban observando. Dudó si parar o no, llamar a ver si estaba Jimena para verle una vez más, pero no quería complicarle la vida, dando pie a habladurías y más como estaba el río de revuelto, con el abad Ecayus buscando cabezas de turco para aplacar a sus superiores. Y la familia de Jimena pertenecían al grupo de los cabecillas en las protestas contra el viejo monasterio.
Lo dejaría para otra ocasión, aunque cada día que pasaba tenía mas ganas de verla. Se resignó de momento y siguió su camino.

Al llegar a la casa de Uztai, observó que había 2 yeguas, pastando fuera, con los aperos de montar puestos. Significaba que Uztai tenía visita. No le sonaban de ninguno de los habitantes de la zona, ni por supuesto de los pobladores del castillo. Se puso alerta. Con una vez que le hubiesen dejado incosciente, bastaba. Seguro que le habían visto llegar y el silencio era extraño.
Bajó del caballo y lo dejó pastar libremente, mientras lo utilizaba como escudo para observar a su alrededor. Liberó el correaje de su espada y noto la empuñadora fría en la palma de su mano mientras se acercaba a la casa. Una voz profunda, procedente de la ventana de la cocina le invitó: - Enecco... deja los recelos y sube, hay viejos amigos que tienen ganas de verte de nuevo...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Jambooooo!!!! o sea que al calentorro del Enecco le han reseteado con un hostion en la cabeza. Como se nota la informatiquez.
Por cierto, la casa de Uzatai es alquilada o algo, porque como no tiene casa....
Y a ver con quien me lo juntas, que le cojo al Enecco y le sodomizo con un cirio pascual.

Casa Musurbil dijo...

Joé, Deivid, ¿con un cirio pascual?. Pero, ¿tú has visto qué tamaño tienen?. Exagerao, q'eres un exagerao...

Aunque sí que estoy de acuerdo en que ¡vaya forma de convencer a Enecco de que se junte a su bando!.
¡Estos vascos, qué bruticos que son!, je,je

Unknown dijo...

en informática es necesario resetear o que? nu se...

Me da que es algo de la rotxa... o te haces de los nuestros o parecerá un accidente!

tios! k era un espia... no se iba a ir de rositas... además algo quiere con la mas wapa del lugar...!